Cada vez son más los estudios e informes que arrojan que una alimentación vegana tiene el potencial para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero producidos por la industria ganadera.
En el mundo entero, la producción de carnes y lácteos utiliza aproximadamente un 80% de las tierras agrícolas y produce el 60% de los gases de efecto invernadero, mientras que proporciona tan solo el 18% de las calorías y el 35% de las proteínas.
La ganadería no es un sistema sostenible y su impacto ambiental puede reducirse con una dieta basada en plantas o plant based.
Un ejemplo claro y al que debemos prestar atención es al informe sobre el cambio climático de la ONU, que claramente enfatizó que un cambio a una dieta basada en plantas sería una gran oportunidad para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
La ganadería es una de las principales causas de deforestación
El impacto ambiental de la ganadería incluso con técnicas aparentemente sostenibles es mucho mayor que la producción vegetal.
Cada vez se vuelve más fácil encontrar la decisión correcta a un cambio de alimentación a una que ayude realmente a la sostenibilidad del medio ambiente.
Dentro de esas opciones encontramos a la hamburguesa vegana ¨BEYOND MEAT BURGUER¨.
Un estudio realizado por la universidad de Michigan hace un par de años encontró que un cuarto de libra de ¨BEYOND BURGUER¨ es casi idéntico desde la perspectiva nutricional a una hamburguesa de carne de un cuarto de libra, pero genera 90% menos emisiones de gases de efecto invernadero, requiere 46% menos energía, 99.5% menos agua y utiliza 93% menos tierra en comparación con la producción, envasado y distribución de la carne de vaca de EE. UU.
Desde la perspectiva del sabor, ¨BEYOND BURGUER¨ es una opción riquísima a la hora de efectuar esta transición.
La deforestación de los bosques y la contaminación del agua y del aire son otros de los factores a tener muy en cuenta.
Mientras que alrededor de 700 millones personas en todo el mundo carecen del líquido vital ¨agua¨ potable limpia, la agricultura animal utiliza casi 1/3 del agua potable disponible ( Water Resources and industry, 2013).
Un estudio realizado en el año 2016 publicado en Science of the Total Environment comparó la dieta mediterránea tradicional que incluye productos de origen animal, dietas pesco-vegetarianas y dietas vegetarianas y encontró que las dietas vegetarianas tenían la huella hídrica más baja, con una reducción del 30-53%.
Imagina por un momento la reducción que implica una dieta vegana.
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